Hay algo que me llamó mucho la atención, que por supuesto no
sabía y es que en la playa de Recife hay ¡tiburones!
No estoy hablando de alguna playa alejada donde no se meta
gente o de las mundialmente famosas para bucear (que las hay por aquí). Hablo
de la playa urbana más céntrica, Boa Viagem, a la que se accede desde
diferentes puntos de la ciudad caminando o en ómnibus.
Y hablo de que todo el
mundo por aquí alerta sobre los tiburones porque este año ya hubo una muerte de
una muchacha, y porque parece que es común que suceda.
Ahora bien: los tiburones no comen personas, lo que pasó con
la muchacha fue que fue mordida por un tiburón y no fue rescatada a tiempo por
lo que se desangró.
¿Y por qué hay tiburones tan cerca de la gente? Porque
parece que hace unos años destruyeron un lugar que era el hábitat natural de
estos bichos para construir no sé qué cosa de la ciudad, y los bichos se
desvían y van a parar a esta playa.
De todos modos ellos no pasan de los
arrecifes que hay a lo largo de toda la costa, que le dan nombre a la ciudad, y
que permiten que haya un lugar para bañarse más o menos profundo y sin olas.
Y el agua, puedo decirles que es absolutamente transparente
y calentita, una belleza aún en un día nublado y ventoso como el de hoy.
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