miércoles, 30 de octubre de 2013

Reconociéndome en letras de otros...











A veces una se pone a prueba. Y a veces una se hace un sabotaje a sí misma. Quién sabe dónde está el límite entre lo uno y lo otro. Ponerse una meta que ya sabe que es dificil, que tiene características que una jamás superó puede desembarcar en la obviedad de la frustración reforzando ese Jamás.


Será que una tiene la esperanza de que envejecer es madurar y de que madurar es haber cambiado.

Será que una piens ue sus cambios son fruto de aprendizajes, que implican una superación, y con ello viene la idea de que la siguiente no será una frustración sino un triunfo.

Será que confundo ingenuidad con estupidez con fragilidad con paciencia con-migo

Quem sabe ainda sou uma garotinha...

jueves, 17 de octubre de 2013

Tristeza não tem fim...

Difícil tener ganas de escribir cuando la gente que uno empieza a conocer y a querer la está pasando tan mal. Difícil disfrutar de esta ciudad con los helicópteros sobrevolando, la lluvia cayendo apagando los vestigios de pequeños incendios revolucionarios. Difícil querer irse sin saber por boca de la gente que está en la calle lo que sucede, porque la prensa, estúpidamente amarillista, trastoca los hechos inventando atacantes entre los atacados.

Comparto apenas algunas imágenes de lo que está sucediendo en Rio, y agrego que yo podría perfectamente ser parte de las 200 personas detenidas este pasado 15 de octubre, día del profesor, porque la mayoría de ellos eran personas sentadas PACÍFICAMENTE en la escalera de la Cámara Legislativa de Rio.

10 agresiones en 5 minutos

http://m.youtube.com/watch?v=cNcJWcisgAU

Presa por responder al ser llamada de "gostosa" y que le pregunten por su madre...

http://m.youtube.com/watch?v=CmqVNUDlUXM&feature=c4-feed-u

sábado, 5 de octubre de 2013

Río

Ando riéndome en varios idiomas
Refugiándome en canciones que nunca escuché
Pintando cajas de fósforos
Maullando para los gatos que quieran oír
Buscando raíces en el agua caliente
Pensando en Rio en el otro Río

Maldigo la falsa alegría
la hipocresía de la cerveza
Los amigos de dos noches
las tristezas de cien días
Bendigo a los luchadores
reclamando sus derechos
partiéndose las cabezas
contra garrotes y toques de queda

Me sonrío con Liniers, lloro con Mercedes
y me emociono con Mateo tras una cortina metálica
Camino a diario por Santa Teresa
buscando rincones nuevos que siempre me sorprenden
Me agoto con las subidas y los precios de las cosas
Me asustan los helicópteros, sobrevolando
Sueño con playas soleadas mientras esquivo charcos
Bailo en la calle y mi cuerpo se olvida de todo
mano con mano en una ronda de niños
metidos en cuerpos de adultos danzantes

Leo poesías
Me entrevistan
Ayudo a extranjeros
Respondo preguntas por ser uruguaya
Duermo en sillones y tengo insomnio en camas
Pierdo contactos, procuro otros nuevos

Sigo buscando música
la música una música esa música
segura de que será la semilla que al fin

me hará florecer






martes, 1 de octubre de 2013

Una isla muy grande

La idea de ir a Ilha Grande era acampar, salir del circuito turístico y estar en contacto con la naturaleza lo máximo posible. Pero cuando uno ve que lo miran raro por pretender acampar en época fría, que le hablan de todos los poblados que tiene la isla y las complicaciones que puede haber para llegar hasta ellos, y que los más atléticos mencionan que una vuelta a la isla sin parar en ningún lugar puede llevar unos 5 días... ahí uno empieza a pensar en su propia ignorancia, y que por algo esto se llamará Isla Grande, y muchos etcéteras...

Al final de la idea del camping sólo quedó el cargar la carpa como un bulto inútil, llegamos un día lluvioso y ventoso y acampar salía 20 R$ cuando el Hostel al que accedimos costaba 25 incluyendo un desayuno abundante... muy prolijo y con gente muy buena onda encima... definitivamente la elección fue acertada. De ahí averiguamos los precios a los diferentes tours por la isla y estaban bravos de pagar, incluso siendo temporada baja. 
Hay lugares a los que no se puede acceder de otro modo que no sea en barco (a menos que uno se sepa manejar bien volando o saltando de liana en liana y con machete en mano), así que accedimos a los lugares a donde nuestros cuerpos nada deportistas nos pudieran llevar: desde Vila Abrão la playa más alejada a la que llegamos fue Dois Rios, que llevaba más de dos horas de caminata de ida, y otras de vuelta, pero valió la pena, los calambres y las ampollas porque era un paraíso absoluto... agua transparente, tibia, una extensión de arena blanca solo cortada por esos dos ríos, también transparentes y con agua fría que venía de cascadas de lugares más altos. Eso sí: empezar a volver a la 4 de la tarde, porque a las 6 oscurecía y andá a ver lo que estás pisando... 
Ese fue el único día que nos hizo sol, el resto de los días estuvieron nublados e incluso lloviznando, pero daba para caminar y recorrer otras playas cercanas y lugares interesantes de la isla, incluso algunas ruinas históricas o la villa misma, muy pintoresca.

Por supuesto nos volvimos con sabor a poco, queriendo conocer mucho más y sintiendo un choque terrible al llegar a la embarullada ciudad de Rio de Janeiro, después de un viaje de unas 3 horas en ómnibus (además del barco) entre una geografía también hermosa.