viernes, 22 de agosto de 2014

Observaciones para quien recorre Ecuador

Hay que ir haciendo escalas a cada rato aunque según los mapas no parezca.
Lo mejor parece ser preguntar en cada lugar cómo llegar al siguiente y tener paciencia con los trasbordos y los ritmos de cada terminal o combinación. Además preguntarle a más de una persona, porque muchas veces por querer ser amables, los lugareños no quieren decir que no saben y te dan indicaciones incompletas o erradas.
Tener en cuenta que las rutas no son tan "rectas" como parecen: algo que a simple vista parece llevar 2 horas puede llevar 3 porque el bondi va serpenteando bruscamente mientras sube y baja por cerros encaracolados aunque se vaya de un lugar llano a otro llano.
Y algo muy importante: los viajes cansan.
Por más que todo el mundo diga que lo bueno de Ecuador es que en pocas horas se puede llegar de la costa a la selva pasando por la sierra, hay que tener en cuenta los cambios de presión (y clima) y lo que éstos pueden generar en el cuerpo.
A veces hay que dejar de hacer algo planificado simplemente para descansar del viaje, porque se puede llegar a destino con mucho dolor de oídos o mareos o náuseas. (Las bolsitas que hay al lado de los asientos no son para basura, como creímos al principio sino para que vomite la gente que se siente mal). Y los locales saben.

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