viernes, 22 de agosto de 2014

Ambato

De Misahualli fuimos a Tena, capital de Napo, desde donde tomaríamos un bus a Ambato para luego cruzar el país hacia el noroeste, a la provincia de Esmeraldas, planificando hacer esta segunda parte durante la noche y llegar a la playa en la mañana.
Para eso teníamos que parar un tiempito en Ambato (las horas que fueran necesarias). Pensamos aprovechar para conocer un poco esta importante ciudad y aprovisionarnos de plata en algún cajero automático ya que en la costa era posible que no encontráramos uno.
Nos tocó una tarde lluviosa, pero como no hacía frío decidimos que al menos saldríamos de la terminal a caminar y a comer un "Llapingacho ambateño" que nos habían recomendado. Además en la terminal no había mucho para elegir.
Lo bueno de la llovizna -supimos después- es que aplacó las cenizas del volcán Tungurahua que estaba en importante erupción esos días.
Ambato es conocida como "la ciudad de las frutas y las flores", y a pesar del día gris, disfrutamos de un colorido impresionante en algunas esquinas y sobre todo al entrar al Mercado Central, donde por supuesto aprovechamos los perfumes y los sabores que encontramos degustando un almuerzo tardío acompañado de un jugo natural inmenso.
Volvimos a la terminal cuando oscurecía, recogimos nuestros bolsos y cuando quisimos sacar plata de un cajero no pudimos. Ahí nos empezamos a poner nerviosas y quisimos llamar a cobrar a Uruguay para intentar solucionar el tema pero desde los dos puestos de cabinas telefónicas nos dijeron que no era posible y no nos ayudaron mucho.
Teníamos nuestros pasajes ya sacados y algo de efectivo en los bolsillos, así que cargamos las mochilas sumandoles el peso de la incertidumbre y partimos a ver qué podríamos solucionar al día siguiente, sin saber la movida comercial con la que nos toparíamos en Atacames.

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