Cuando viajé desde Posadas, Argentina, me encontré con que
no había ningún ómnibus que me transportara directo hasta Foz de Iguaçú. Debía
tomar uno hasta Puerto Iguazú, y ahí tomar otro "urbano" que cruzara
la frontera. En este segundo, avisé al chofer que yo tenía que hacer los
trámites de migraciones, y me dijo que no me preocupara, que en la aduana
argentina bajaban todos los pasajeros y luego subíamos al mismo bondi. Así lo
hicimos, pero luego en la aduana brasilera me dijo que yo debía bajar y que él
no podía esperar que hiciera el trámite, me dio un boleto y me dijo que con eso
me tomaba ahí mismo el siguiente bondi. Así fue, así llegué al TTU (Terminal de
Transporte Urbano de Foz).
Curiosamente, cuando volví a cruzar la misma frontera hacia el
lado argentino a los dos días para ir a las Cataratas, la experiencia no fue
tan sencilla. Esta vez yo no debía marcar mi egreso de Brasil ya que solo iba
por el día, y es habitual que la gente cruce diariamente de uno al otro lado.
El bondi paró en la aduana argentina, el chofer dijo que nos esperaba un poco
más adelante, se lo expliqué a una venezolana que iba con su hijo y no
comprendía bien el portugués, y esperé que ellos también hicieran su papeleo.
Cuando salimos de la aduana, vimos cómo el bondi se iba sin nosotros. Le dije
que seguramente pudiéramos subir al siguiente, pero el que vino nos pidió
nuestros boletos, cosa que no teníamos porque nunca nos habían dado...
conclusión: pagar de nuevo el pasaje sin derecho a reclamo. De ahí, encima,
bajarnos en otra para para tomarnos el bondi que nos llevara a las cataratas,
que no es muy barato... un garronazo. En fin, en todos lados hay jodedores, lo
curioso es que esos choferes lo deben de hacer seguido y en la aduana lo deben
de saber... quién se que con la plata del boleto cobrado y no entregado?
Otro día crucé otra frontera: tomé un ómnibus interno de Foz
que me dejó en el "Puente de la Amistad", que cruza el Río Paraná
uniendo Foz do Iguaçu con Ciudad del Este, Paraguay. Ahí el cruce fue a pie.
Hay una ruta muy transitada que cruza, y de ambos lados tiene una veredita para
peatones. Aquí también había indicaciones para hacer trámites migratorios pero
no se veía a nadie pasando por ellos. La veredita de la vuelta pasaba
obligatoriamente por un mostrador de control donde miraban si uno llevaba
demasiado contrabando.
¿Si me gustó Ciudad del Este? No, creo que fue peor de lo
que me esperaba. Claro, yo solo estuve en esa entrada, donde están aglomerados
todos los comercios, puestitos y vendedores ambulantes que pueden caber en las
calles y veredas. Pasando varias cuadras todo ese centro, dicen que es una
ciudad linda. Yo apenas me salí un poco para llegar a un lago, pero la parte
que ví no me resultó atractiva: un muellecito con unos pozos peligrosos fue lo más
cercano a la naturaleza que me sentí. En fin, volví con mis pies ampollados de
tanto caminar y un poquito frustrada. Entre tanto comercio no hallé ninguna
sandalia apropiada para aliviarme la caminata. Necesito calzado adecuado para
el calor de forma urgente.
estoy viendo muchos paisajes desde esa mirada, Gracias por compartirlos .beso grande ..y arriba !.te seguimos !!! ;)
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